miércoles, 15 de abril de 2009

RECOMENDACIÓN DE UN FANTÁSTICO DÍA DE PASCUA


(Esta imagen es del blog: http://abpscometa2007.blogspot.com/)



Un fantástico día de Pascua transcurriría en familia o con amigos.




Escogiendo la primera opción, EN FAMILIA
:

Tendría que ser en el campo, un día soleado, comiendo al aire libre, de picnic, puedes elegir entre estos menús:

-ensaladilla rusa.
-macarrones carbonara.
-croquetas de queso.
-brazuelos.

Después de elegir menú, escoge un juego para todos los gustos, cartas, parchís, Monopoly…

Segunda opción, CON AMIGOS:

Un sábado en un parque de atracciones, un día caluroso pero nublado, sin opción de lluvia, para comer, un bocadillo rápido y a seguir disfrutando.

Al volver a casa, una película frente a la chimenea con un buen fuego, calentito/a y a dormir, que mañana será otro día.



TE RECOMIENDO… (¡SI LO ENCUENTRAS!)

Estos días de Pascua, que paso en el chalet de mis abuelos en Bétera, he estado leyendo libros de los que leían mi madre y mis tías cuando eran pequeñas. Hay muchos en sus estanterías del año de la pera, todos los de los cinco y los de los siete, que ya me los he leído, y también unos de unos niños que viven en granjas.
Ahora he estado leyendo unos de Santa Clara y Torres de Malory, que también son de Enid Blyton (puedes ver algo de esta famosa autora en http://es.wikipedia.org/wiki/Enid_Blyton)
Son unos colegios de esos ingleses, internados de niñas buenas, con uniforme de faldita plisada y nombres como Sally, Kathleen, Susan o Janet. Creo que pasan en los años cincuenta del siglo pasado. Darrell es una niña de doce años con muy mal carácter, Alicia tiene la lengua muy larga y siempre mete la pata, y la pobre Gwendoline, o Gwen...

Anoche, me leí Quinto Curso en Santa Clara, pero también llevo entre manos Las mellizas O’ Sullivan y Claudina en Santa Clara.

Los tres son muy divertidos.
¡Léetelos! Y ya me dirás.

miércoles, 8 de abril de 2009

Memorias de Idhún I.
Laura Gallego García

Este es un libro que me he leído y que está muy chulo.
Os lo recomiendo.
Seguro que no podréis dejar de leer.

Cuento zen

Pu Tai llevaba una hora caminando cuando oyó una voz a sus espaldas “Espera, espera, tengo que preguntarte algo…”
-Tú dirás…
-¿Es malo que un niño de seis años no haya reído nunca?
El hombre del saco de tela lo miró extrañado.
-Se trata de mi sobrino, el hijo de mi hermana Peonía Roja, es incapaz de esbozar la menor sonrisa, y mucho menos de reír…y sin embargo no parece que esté enfermo.
-Algún punto habrá por el que se pueda entrar en su corazón, contestó Pu Tai pensativo…
Pu Tai decidió visitar al niño y acompañó al hombre a la casa de su hermana Peonía Roja. Al ver al chico y palparle los pulsos comprendió que se hallaba escaso de afecto. Su madre tenía otros hijos a los que atender, era viuda y vivía de lo que le daban un miserable huerto y una vaca de expresión estúpida.
Pu Tai aceptó un agrio té de camelia, mordió un par de galletas rancias, suspiró, dio unas cuantas vueltas, hizo sonar su vientre como un tambor y, finalmente, le dio un intenso y cariñoso abrazo al niño silencioso.
Peonía Roja y su hermano observaban. Por tres veces repitió Pu Tai el abrazo, aumentando cada vez, con precisos jadeos, la temperatura de su cuerpo. Cuando parecía que no iba a ocurrir nada, el niño comenzó a parpadear y parpadear, despertando del sueño de su apatía, emergiendo como una mariposa de la crisálida de su indiferencia. A continuación, miró a cada uno de los allí presentes y mostró todas las sonrisas acumuladas durante años en una sonora expansión de labios felices.
-¿Qué le has hecho?-preguntó la madre, que no cabía en sí de gozo.
-En el abrazo nuestros oídos escuchan lo que no se dice-respondió Pu Tai.


Este es un cuento que pongo porque me parece muy chulo y muy curioso.
Espero que os guste.

lunes, 6 de abril de 2009